AÑINO MERINA NO TIENE VIERNES DE COLORES

Cuando se produce con materias primas orgánicas: lana de oveja merina 100% autóctona extremeña, cáñamo o caucho natural... es difícil hacer rebajas, o viernes de colores.

Nuestra trazabilidad comienza en la finca de Extremadura mirando las mejores calidades de la lana para luego lavarla en ecológico, hilarla y tejerla. Las ovejas tienen por costumbre comer todos los días, y los trabajadores que elaboran la producción de Añino Merina son cercanos, y por eso sabemos que les gusta cobrar dignamente su trabajo y sus horas y pagas extras.

Nuestros puntos de venta, casi todos de emprendedoras que han apostado por la artesanía y productos naturales, también pagan los doce meses del año su alquiler, su luz y su cuota de autónomos, con lo que no sería honrado meterles en la rueda, ya sabemos que frecuente, de lo pruebo en tienda/lo compro online.

Por eso, salvo pequeñas promociones en ferias de ecológico o biológico, nos parece justo respetar los escandallos de los productos de Añino, que hacemos con mucha prudencia, y la palabra dada a las personas que nos venden producto y proyecto.

La imagen no tiene calidad, pero si mucha calidez para nosotros. Fue hecha en la primera visita de Añino a la finca de Pila, con su propietario Fernando Fernández, en La Serena-Badajoz, y nos encontramos esta maravilla caminando por el campo.